Las Consecuencias, Parte Cuatro

{Elena}

En un callejón oscuro y empapado de sangre, una niña de 16 años con cabello plateado cenizo, que vestía una armadura de hierro cubierta de sangre, intentaba mantenerse en silencio, pero sus sollozos amenazaban con escaparse de su garganta apretada.

A lo lejos, los sonidos de rugidos, llantos y gritos frenéticos resonaban. Elena esperaba que los sonidos se alejaran, pero nunca lo hacían.

En sus brazos estaba el niño al que pertenecía la sangre en el traje de Elena. Su hermanito, un jugador de clase arquero que había sido apuñalado en el estómago unos minutos antes.

Elena había intentado evitar que eso sucediera. Había tratado de desviar la atención de él como debería hacer un tanque, pero había demasiados monstruos inundando las calles como para que Elena pudiera seguirles el rastro.

Finalmente, había fallado.

—¡Quédate conmigo, Elías! —Elena suplicaba a su hermano mientras las lágrimas le caían por la cara, cayendo en su cabello. —¡Quédate conmigo!.