Deberían Acostumbrarse

—Fernando, bájame. Puedo caminar sola —protestó Arabella.

Sería tan embarazoso ir al comedor así. También causaría un escándalo. Los demás podrían insinuar que no se sentía bien. O que sucedió algo que le impedía caminar por sí misma. Y algo así tendría muchas interpretaciones.

—Has perdido peso —frunció el ceño Fernando. No tenía ningún plan de dejarla en absoluto.

—¿Eh? ¿Lo hice? —Arabella ni siquiera lo notó.

—¿Estás comiendo adecuadamente durante el almuerzo y la cena?