«¿Cuándo dejará de fantasear con eso?» Arabella se quejó internamente cuando Fernando comenzó a pensar en la segunda ronda.
«¿Cuántas veces quiere hacerlo? Ya me siento tan acalorada por sus pensamientos lascivos. ¿No puede parar ya?»
Arabella hizo lo mejor que pudo para seguir escuchando. Y sin embargo, cuando pensó que finalmente había terminado, Fernando comenzó a fantasear con la tercera ronda.
—¡Fernando! —Arabella ya no pudo más y llamó su atención.
—¿Y-yes?! —Fernando se sobresaltó.
—Puedo escuchar tus pensamientos fuerte y claro —le recordó ya que él lo había olvidado una vez más.
Dado que ella ya sabía sobre las cosas que él solía ocultarle, él ya no era tan consciente de que ella podía escuchar sus pensamientos. En cambio, sigue olvidando que ella puede.