De Vuelta de la Muerte

Pensar en ello lo hacía sentir incómodo. A pesar de sus esfuerzos por tratar a Ella como una hermana, los sentimientos incontrolables surgían como una locura, completamente más allá de su capacidad de contenerlos.

—Padre, ya me voy. Tengo asuntos que atender —anunció Luke levantándose de repente, caminando rápidamente hacia la puerta.

Lucas asintió, siguiendo con la mirada la figura que se alejaba de Luke. La quietud de la habitación lo envolvía, haciendo que pareciera una estatua. Tras un largo silencio, soltó un suspiro suave.

Luke era su hijo adoptivo, alguien en quien Lucas había confiado profundamente en sus últimos años, pero no podía permitir que el joven se enamorara de su hija biológica. Era una imposibilidad que solo conduciría al dolor.

La mañana siguiente, Eric confiscó el teléfono de Ella, asegurando que como mujer embarazada, debería evitar dispositivos como teléfonos y computadoras debido a su radiación.