La Invitación Oculta

Si se hubieran dado cuenta de que la novia no era Ella, Eric naturalmente habría encontrado una forma de detener a Carl.

Ahora, con los novios ya de regreso, el acceso al noveno piso del hotel estaba estrictamente controlado.

En la entrada de la escalera, guardias de seguridad estaban formados, y solo aquellos con invitaciones podían pasar.

Cuando Vivian y su grupo llegaron al Hotel Grupo Nelson, Eric y Ella ya estaban entreteniendo a los invitados en el noveno piso.

—¿Qué hacemos ahora? ¡Ya han tenido la boda! ¡Maldita sea, estoy furiosa! ¡Todos sois unos inútiles! —Vivian resopló, su rostro contorsionado de rabia mientras golpeaba el botón del ascensor del noveno piso, como si quisiera que llegase al instante.

—Carl llevaba una expresión culpable. —Lo siento, Vivian... No sabía que Eric sería tan astuto. Un hombre como él no te merece. Quizás deberíamos dejarlo pasar...