Noche en el bosque de Halan...
Los últimos rayos de la luz del día se habían desvanecido entre las líneas de los árboles, y la oscuridad ocultaba el bosque. La única luz visible que quedaba en Halan provenía de la menguante luna a través de la copa de los árboles cubiertos de nieve.
Mientras Dahlia dejaba escapar un profundo suspiro, observaba su cálido aliento empañar el aire gélido que la rodeaba. La noche era amargamente fría, pero era algo que su cuerpo podía soportar ya que era una mujer lobo.
Sin embargo, en este momento, las temperaturas en declive no eran el problema.
En su apresurado intento de alcanzar los terrenos de entrenamiento para encontrar a Merrick y Andre, había conseguido desorientarse. Lo que la llevó a perderse desesperadamente y la dejó frustrada y asustada.
Gimió para sí misma:
—¿Dónde estoy?