{Vira}
«Dioses, esta chica es adorable», pensó Vira, observando cómo Melanie tropezaba en su habitación.
El modo en que fingía no saber nada sobre magia era jodidamente tierno, especialmente cuando Vira había visto cómo sus ojos seguían cada hechizo amateur en la barra, analizándolos como si estuviera calificando trabajos.
Claramente, había algo más en esta chica. Más de lo que quería que nadie supiera, tal vez. Y eso era demasiado atractivo para que Vira pudiera resistirse.
—Eres tan jodidamente tierna —ronroneó Vira mientras se besaban, luchando con las lenguas mientras empujaba lentamente a Melanie hacia la cama. La otra nim rebotó ligeramente, sus tetas se movían de una manera que hacía que la boca de Vira se llenara de agua.
«Dioses, sus pechos son perfectos.»
—Ah, joder —balbuceó Melanie—. Ven... aquí... —continuó, haciendo señas con las manos hacia ella. Su falda se había levantado, mostrando muslos que Vira realmente quería morder.