Mi Hijo

—¡Maldición! ¿Cómo te han secuestrado si estabas ahí para salvarla? —gritó Cotlin mientras empujaba a otro hombre. Aún estaba con la cabeza mareada, pero no mucho.

Había notado el olor antes de que pudieran caer al suelo. Habían esperado a que los caballeros los atacaran. O incluso Cotlin estaba preparado para una bebida. Incluso estaba bebiendo agua con manos de confianza, olfateando y probando todo tantas veces. Pero ¿quién hubiera pensado que el loco tenía la habilidad de drogar el aire que respiraban?

Cuando abrieron los ojos, estaban encerrados en una habitación oscura con tres guardias. Ya se había deshecho de esos tres guardias. Pero no podía encontrar la salida de esa habitación. Entonces, pateó a Ian otra vez. El hombre no despertaba. ¿Qué clase de caballero era él?