¡Nada que temer!

La sorpresa destelló en los ojos esmeralda del gato negro.

—¿Un malentendido, dices? —preguntó.

Gu Luoxin asintió firmemente, sus ojos rebosantes de determinación. Puede que no fuese tan inteligente como Shen Nianzu, ni tan poderoso como Jin Jiuchi, pero si había algo de lo que podía estar orgulloso era que había leído muchos libros, comenzando por clásicos, poesía, novelas, documentales y hasta cómics. Estaba bastante seguro de que había desarrollado un radar agudo para adivinar las tramas de las historias, y cuando le mostraron los recuerdos de la Reina antes, la alarma en su mente sonaba fuerte.

No había duda —¡este debía ser el arco del malentendido que más odiaba!.

Como solo había escuchado la versión de la historia de la Reina, no podía estar seguro de que había captado el cuadro completo. ¡Por eso! ¡Tenía que involucrar a Caen y Lumina en esto! ¡Necesitaba que los tres se sentaran y hablaran de todo!