Pasa la noche conmigo

Lucio llegó a casa después de estar atrapado en el tráfico por casi una hora. Disminuyó la velocidad al ver a Roderick en la sala de estar, mientras Layla no podía ser vista alrededor.

—¡Tío! —exclamó Roderick sorprendido al dejar su asiento.

—¿Por qué no me informaste cuando te estaban siguiendo? Sabías que alguien iba tras de ti. La primera persona a la que debiste haber informado era yo. ¿Y si hubieras resultado herido? ¿Puedes por un momento no estar enojado conmigo y confiar en mí? —Lucio habló sus frustrantes pensamientos mientras caminaba hacia su sobrino.

—Pensé que eran paparazzi —respondió él—. No sabía que era grave. ¿No le hiciste nada a Max, verdad? —preguntó Roderick.

—Lo envié a casa sano y salvo. Y nunca ocultarás nada como esto de mí. Prométemelo —exigió Lucio.

—Lo prometo —respondió Roderick.

—Cena con nosotros y luego podrás irte a casa —opinó Lucio.

—Tengo planes previos —respondió Roderick.

—¿Con quién? —Lucio frunció el ceño.

—Ivy —respondió Roderick.