—Eso será genial. ¿Cómo te hiciste amigo de Matteo? —preguntó Luca.
—Lo conocí en los días de escuela. Desde allí, nos hicimos amigos cercanos. ¿Y tú? ¿Por qué nunca viniste a verlo? Tampoco él hablaba de ti —declaró Lucio.
—Vine cuando sus padres murieron en un accidente —respondió Luca mientras arrojaba la colilla de cigarrillo al suelo y la aplastaba con su bota. Recogiéndola, la tiró a un cubo cercano.
—Oh. Nunca te noté —murmuró Lucio.
—Matteo y yo apenas hablábamos entre nosotros. Te dije que no estábamos en buenos términos. No me gustaba que estuviera en un camino para convertirse en mafia. Creo que ambos discutimos sobre eso y eventualmente me alejé, diciéndole que podría arrepentirse algún día —declaró Luca—. ¿Te lo dijo alguna vez? ¿Y por qué te involucraste con él?