—¡Mierda! —exclamó y se levantó de la cama.
Se echó el cabello hacia atrás mientras caminaba de la puerta a la cama. Gruñó de rabia y luego salió de la habitación y bajó por las escaleras. Salió de la mansión y vio la puerta chirriar abierta cuando Marcos salió manejando su auto de la casa antes de que la puerta se cerrara automáticamente. Se quedó en la entrada del salón mientras veía cerrarse la puerta.
—Qué se joda —gritó con enojo al no poder detenerlo antes de darse media vuelta y dirigirse a la cocina.
Su estómago gruñía de hambre y se colocó la mano en el estómago mientras caminaba hacia el refrigerador. Lo abrió y vio algunas bebidas y alimentos que agarró antes de cerrar con fuerza el refrigerador.
Colocó los alimentos y la bebida sobre la mesa.