377 La bondad siempre regresa

—Emily.

La voz de Jackson la llamó por su verdadero nombre, no por la nueva identidad que había cuidadosamente elaborado.

—¿Es esta tu manera de decirme, una vez más, que me rechazas?

Sus palabras, cargadas de frustración, tomaron a Miranda por sorpresa. Ella se quedó quieta, incapaz de encontrar las palabras adecuadas. Ya se había explicado tantas veces antes. Cada vez se sentía más inútil que la última.

Jackson suspiró, la exasperación marcando su tono. —Simplemente no lo entiendo... ¿Por qué...?

—Jackson, lo siento.

—No, no, por favor —interrumpió él bruscamente—. No soporto escuchar 'lo siento' o 'gracias' de ti. Nos hace sentir como extraños—como si ya no fuéramos amigos.

Miranda hizo una pausa, sintiendo el peso de sus palabras. —Si todavía quieres, podemos seguir siendo amigos. O si prefieres, podemos ser extraños. Lo que decidas, lo respetaré.

La frustración de Jackson aumentó, y parecía listo para golpear algo. —Está bien, está bien, ya terminé. Voy a colgar ahora.