Emily había puesto su alarma para las 6 AM, pero no la necesitaba.
No podía dormir.
El hotel era de alta categoría, y a pesar de que su habitación era una de las menos lujosas, era extremadamente silenciosa. El colchón era suave, las almohadas mullidas, y la manta cálida y ligera. Había corrido las cortinas apretadamente, así que ninguna luz podía filtrarse desde el exterior.
Era el ambiente perfecto para una buena noche de descanso, sin embargo, Emily se mantuvo completamente despierta hasta el amanecer.
Quizás... solo quizás...
Había algo acerca de la Habitación 2307.
Una especie de energía que se negaba a dejarla dormir.
Ya fuera mera coincidencia o algo más, la distribución y la decoración de esta habitación eran inquietantemente similares a la del Hilton Hotel, donde había pasado esas noches inolvidables.