—Tío Bert, no olvides, acabo de ganar un premio con un premio de $10,000. El dinero no es un problema —dijo ella.
Bert negó con la cabeza y dijo:
—Aun así, es importante ahorrar donde podamos. Somos gente sencilla, y ganar dinero nunca es fácil. Unámonos a un tour grupal.
Miranda asintió en señal de acuerdo:
—Está bien, contactaré al guía ahora.
Bert dudó un momento antes de preguntar:
—Por cierto, Miranda, ¿Jackson... nos acompañará en este viaje?
Miranda hizo una breve pausa, recolocando un mechón de pelo detrás de su oreja:
—¿Quieres que él nos acompañe, tío?
Bert negó con la cabeza:
—Miranda, puedo ser viejo, pero aún veo lo que está pasando. A él le gustas, pero está claro que tú no sientes lo mismo.
Las palabras golpearon a Miranda como una ráfaga de viento, congelándola en su lugar.
Justo antes, en este mismo cuarto, Jackson le había abierto su corazón. Por un momento, casi se había ablandado y considerado aceptarlo.