374 ¿Y si no me importa que te aproveches?

Miranda colgó el teléfono, sintiendo una extraña sensación de inquietud.

¿Quién insistiría tanto en recordar un número de habitación, especialmente el 2307? La vida tenía una forma curiosa de lanzarle coincidencias.

Justo cuando estaba perdida en sus pensamientos, se escuchó una llamada en la puerta.

—¿Quién es? —preguntó, con voz precavida. No iba a tomar riesgos en un país extranjero.

Una voz familiar respondió desde el otro lado, teñida de una exasperación juguetona. —Soy yo, Jackson. Tu increíblemente guapo e insuperable mejor amigo.

Miranda no pudo evitar reír. Caminó hacia la puerta y la abrió.

Jackson asomó la cabeza, mirando a su alrededor teatralmente, incluso inhalando exageradamente.

—¿Qué buscas, Sr. Detective? —preguntó ella, divertida por sus travesuras.

—Solo asegurándome de que no escondas a otros chicos por aquí —bromeó Jackson mientras se dejaba caer en su sofá—. Hombre, estoy exhausto.

—¿En qué has estado ocupado? —preguntó Miranda, levantando una ceja.