*Soren*
Tanto como quería ver lo que había en la caja, tenía la sensación de que a Mila le gustaría revisarla por su cuenta. Además, capté un aroma familiar y tenía algo importante que verificar.
La puerta de mi habitación se cerró con un clic y vi a Thomas apoyado casualmente contra la pared fuera de mi habitación.
—Thomas, es bueno verte —sonreí y tendí mi mano.
Thomas sonrió con suficiencia e ignoró mi mano. Me atrajo hacia él para un rápido abrazo.
—No seas tan formal, Soren, nos conocemos desde hace demasiado tiempo para eso —bromeó Thomas.
Rodé los ojos y le di un abrazo con un solo brazo.
—Es raro que tú me busques estos días —dijo Thomas—. Con respecto a eso que me pediste investigar
Levanté una mano y sacudí la cabeza, silenciándolo.
—¿Reservaste una habitación?
—Claro.
—Hablaremos allí —dije.
—¿Qué tiene de malo tu habitación? —preguntó Thomas, asintiendo hacia la puerta detrás de mí.