Nuestra Familia - Parte【1】

—Te amo —él pronuncia, anidándose en mi calor como un pequeño cachorro que exige atención. Inhala profundamente con los ojos fijos permitiendo que mi olor sea absorbido por sus órganos secos, mi olor que encuentra relajante como si fuera lo único que recibe su esencia con los brazos abiertos.

—¿Ah, sí? ¿Y cuánto me amas? —pregunto con picardía mientras doblo la ropa recién lavada que finalmente ha terminado de secarse. El tiempo afuera se ha vuelto realmente frígido, un duro invierno helado ha envuelto nuestras tierras con densos mantos de nieve. Ahora estamos cerca del comienzo del cuarto año desde que él me reclamó como suya.

—Más que a nada en este mundo.

—Entonces, ¿estás insinuando que si descubrieras algo fuera de este mundo lo amarías más que a mí?

—Nunca —él gruñe ruidosamente apretando su agarre sobre mí sin siquiera gustarle la idea, le disgusta. Seré la única hembra que habitará en su alma por el resto de sus días.