Nuestra Familia - Parte【4】

—La próxima vez que Tadeas no consuma lo suficiente como para vaciar tus pechos, aliméntame a mí con el resto, Drahá. Voy a succionarlos y drenarlos por ti —una vez más traga con esa familiar sed, una que ningún otro líquido puede saciar excepto el que fluye de mis pechos.

—¿T-Te gustó el sabor? —pregunto jadeando débilmente mientras mi coño se humedece de nuevo.

—Sí —no hay ni el más mínimo rastro de duda mientras él declara su verdad descaradamente—. Tanto que deseo tenerlo como mi comida tres veces al día, tanto que envidio a mi macho.

—¿A qué te sabe?