—Mierda… todo esto es una mierda.
Mi madre constantemente piensa que necesito que otras personas se metan en mi vida para ponerme en orden, cuando no lo necesito. Ella no es la que realmente tiene que lidiar con estos poderes… con estas—emociones, que me asaltan como un maldito huracán cuando menos lo espero. Y aunque le digo que estoy bien, sabe que estoy mintiendo.
Malditos instintos de hada.
—No es como si tuviéramos una opción en nada, Rory —proclama Faeryn desde detrás de su último libro.
Su apodo para mí se ha pegado como pegamento desde que tenía dos años. Aunque soy un poco mayor que ella, nadie lo sabría. En verdad, la gente que no nos conoce a menudo nos confunde por hermanas por la forma en que actuamos, y de alguna manera, supongo que lo somos.