CAPÍTULO 129

PUNTO DE VISTA DE AMELIA

Había sido golpeada, maltratada, insultada, había recibido bebidas lanzadas sobre mí y me hicieron sentir como una porquería, pero una cosa que tenía a mi favor era que Kaden nunca me había herido físicamente. Era algo en lo que tenía orgullo y podría haber apostado todas mis ganancias de por vida en ese hecho. Podía ser libre con él, podía decir lo que quisiera, especialmente cuando él estaba equivocado porque nunca recurrió a la violencia o eso pensaba.

Mientras me presionaba contra la pared, la mirada en sus ojos solo podía describirla como muerte. Sus ojos eran completamente negros y no había ni una pizca de vida en sus iris. Nunca había tenido tanto miedo en mi vida. El miedo -crudo y puro- llenaba sus ojos y por un segundo, no pude respirar. Traté de arañar sus manos, pero él no me soltaba en absoluto.

—Kaden —logré decir mientras luchaba por mantener los ojos abiertos—. Me estás lastimando.