Capítulo 318 Te Gusto

Bajo la tenue luz amarilla, los ojos brillantes del hombre eran tan profundos como el mar, con una tentación fatal que podía absorber a las personas.

—¿J-J-José?

Lucille casi se mordió la lengua.

Su reacción fue muy grande. Parecía un gato asustado, y sus bellos ojos estaban muy abiertos.

José se inclinó para acercarse, y una risa baja retumbó desde su garganta. —Bobo, escuché que cuando alguien mira a la persona que le gusta, sus pupilas se dilatan. Dado que me miras así, ¿eso significa que te gusto?

En el momento en que se acercó, ella percibió un olor a medicina.

El aura fría y dominante en el cuerpo de José la envolvía. La rodeaba poco a poco de manera agresiva.

Lucille sintió que su corazón se saltaba un latido. Se retiró y replicó con mal humor, —Si ese es el caso, entonces hay montones de personas a las que les gusto.

José levantó una ceja. —¿Hm?

Su respuesta no fue mucha, pero había un sentido de peligro en ella.