texto
Los asesinos no esperaron más. Comenzaron a registrar su cuerpo.
Sin embargo, después de buscar durante mucho tiempo, solo encontraron unos 60 dólares en dinero de bolsillo.
—Dime, chico. ¿Dónde lo escondiste? ¡Si no me lo cuentas, te mataré!
Charlie temblaba por completo como un cordero esperando ser sacrificado.
El otro asesino, que le estaba agarrando el cuello, notó que algo andaba mal. Dijo, —¿Por qué el color de la espalda de este niño es tan extraño? ¡Oye, parece una capa de piel falsa!
¡Rasgar!
La capa de piel falsa que no parecía realista fue arrancada al instante.
Charlie luchó desesperadamente y rugió como un cachorro de lobo, —¡No lo toquen! Eso es lo que mi padre me dejó. Ustedes son malas personas. ¡No lo toquen!
Los asesinos lo ignoraron.
La capa de piel falsa fue arrancada, pero lo que cayó no fue la droga terminada y los materiales de investigación.
Era un trozo de papel.
Había una línea de palabras escritas apresuradamente en él.