—Será mejor que te sientes, Sarah —dijo Ryan, acomodándose en su silla.
Ella juró que su trasero mejor no se tirara un pedo en ella. Pero eso era lo de menos.
Seth se había retirado a su habitación para descansar después de haber sido brutalmente atacado por su propia madre. La perra está en su celda. Actualmente, Ryan y ella están en su habitación discutiendo asuntos importantes.
—Prefiero estar de pie. No te preocupes por mí y continúa.
Ryan encogió los hombros y exhaló con regularidad. —Intentaré decírtelo lo más rápido que pueda. Dada la situación, Seth debería ser quien te contara todo esto. Pero él es mudo. El día que te lo diga es el día en que debería empezar a escribir libros para vivir.
¿Acaba de hacer una broma sobre que Seth es mudo?
No sé si reírme o estrangular a esta persona. Trueno resopló y se acostó frunciendo el ceño.