Seth puso la medicina en su boca y tomó un puñado de agua antes de dejar la botella. Suspiró y se preparó para la siguiente sesión de su terapia.
Había pasado tanto tiempo desde que Sarah había estado en coma.
Realmente deseaba que estuviera en sus brazos en este momento.
Gimiendo suavemente, bajó corriendo las escaleras hacia la oficina de Alfred, donde Alfred afirmaba que tenía una sorpresa para Seth.
Abrió la puerta y preguntó suavemente —¿Alfred, estás ahí?
Cuando entró en la oficina, se sorprendió de quién estaba aquí. Su padre, Júpiter, estaba sentado casualmente junto a su asiento habitual. Otra silla estaba vacía, pero era casi como un seminario socrático donde los estudiantes tenían sus mesas en un círculo para tener una discusión.
Mordió el interior de su mejilla y se preguntó —¿Esto es...? ¿terapia grupal?
Su padre y Alfred giraron sus cabezas hacia él al mismo tiempo.
—Sí, lo es —Alfred sonrió pesadamente y se recostó.