Sin pistas, sin hablar

—¿De verdad no hay nada?, seguro hay algún indicio, alguna persona... —decía Bernard a uno de sus colegas policía.

Le había traído una carpeta que, en teoría, contenía pistas sobre lo que llevó a Simon a tomar esa decisión. Quizás fue convencido por alguien, fue parte de algún culto o secta suicida y no quería decircelo a alguien, o amenazado y por la desesperación no vio otra solución, pero en la carpeta no había nada de eso, solo había páginas de cuaderno arrancadas y con el nombre "Simon" escrita de forma descuidada en ambos lados de cada pagina, pero Bernard podía reconocer la letra, era la letra de Simon.

—Hablamos con el resto de la comisaria, con los conocidos y vecinos y no han visto que haya hablado o ido a algún lugar raro, y revisamos su teléfono y computadora no había llamadas o mensajes que revelarán algo —hablo el policía. — . Encontramos varias de estas hojas en su cuaderno, en su escritorio y en otros lugares donde guardaba sus cosas, todas tienen escrita el nombre del oficial Harris

Bernard con la mano algo temblorosa tomó una de las hojas de la carpeta, todo un lado de la página tenía descuidadamente escrito el nombre de Simon con plumón negro, en algunos su letra era pequeña en otras grandes o disparejo, era igual al otro lado de la página. Bernard no entendía nada, ¿que significaba eso?.

—Señor, si me permite yo tengo una opinión al respecto de que pudo haber pasado... —dijo el policía.

—¿Cuál es? —preguntó Bernard.

—Creo que el oficial Harris podría ya haber estado deprimido desde antes, perder a su esposa y criar solo a un hijo y además de su trabajo, no es fácil, tal vez con el tiempo pudo aguantarlo pero llego a un punto en el que ya no pudo más y simplemente... sabe lo que paso —terminó de explicar el policía evitando la mirada de Bernard.

Bernard comenzó a sentir un leve malestar en el estómago con esa explicación. — ¿Me estas diciendo que mi compañero, amigo desde hace años siempre estuvo deprimido y nadie nunca se enteró? —sin querer levantó un poco la voz, a Bernard le parecía ridículo.

Él y Simon eran casi como uña y mugre, no tenía sentido que tantos años de trabajar juntos en la comisaria y tantos años de amistad y que Simón estuviera así desde siempre y nunca enterarse, le parecía completamente ridículo, fueron a las bodas del otro, estuvo presente en el nacimiento de Reggie y apoyo a Simon cuando su esposa, Roxanne, murió, sabía que estuvo triste luego que ella falleciera pero no parecia una tristeza extrema.

—Señor, se que no lo puede creer pero es posible, uno de mis primos también estuvo muy deprimido y nadie se dio cuenta hasta que también hizo lo mismo que el oficial Harris, encontraron su diario y resultó que estaba luchando con eso desde hace unos años —explicó el policía con calma, el oficial Bernard se veía que en cualquier momento iba a gritarle y maldecirlo.

Bernard pareció temblar un poco con ganas de decir algo de lo que podría arrepentirse, se mordió la lengua y respiro hondo para calmarse y dijo: —Puede retirarse, gracias

El policía hizo caso y salió dejando a Bernard solo con la carpeta. Bernard reviso esos papeles uno por uno y, tal como le habían dicho, todos tenían escrito repetidamente el nombre de Simon en su propia letra. Bernard masajeo su cabeza con su mano derecha y luego con ambas manos tapo su rostro con frustración.

Bernard se había ofrecido para investigar la muerte de Simon, no habían más información de la que ya se sabía por la autopsia y el médico de Simon: Simon tomó una sobredosis de pastillas provocando su muerte, esas pastillas eran para dormir. Desde hace unos años luego de la muerte de Roxanne y el estrés de trabajar y cuidar a Reggie, que era solo un niño de 4 años en ese entonces, Simon había tenido problemas para conciliar el sueño y aquellas pastillas recetadas por su médico lo habían ayudado para poder dormir casi una noche completa los últimos 4 años.

Más allá de eso, la hora de su muerte y la marca de sus pastillas no había otro detalle que indicara el por qué, ni sus compañeros, ni él, Katie, vecinos conocidos o Reggie lo han notado deprimido o demasiado triste. Bernard durante semanas investigo y mando a otros detectives a investigar con la esperanza de poder saber lo que realmente pasó y todo ese tiempo de investigación sin una respuesta o pista clara, solo para que resultará que Simon podría haber estado luchando contra la depresión durante mucho tiempo y él, que decía ser su mejor amigo, no lo noto. Era eso o Simon no tenía tanta confianza con él y no le dijo nada.

Bernard de verdad no lo entendía, quería pero no podía, había un malestar en su estomago y un crecimiento dolor de cabeza, se sentía estúpido, inútil en esta situación y inútil para Simon.

—¿Si te sentías así porque no me dijiste nada, Simon? —murmuró Bernard para si mismo.

Simon siempre lo apoyo, en la universidad, al volverse policías, al ser su padrino en su boda, cuando él y Katie se enteraron que nunca podrían tener hijos, cosas tan grandes y tan pequeñas, no importaba, Simon siempre lo ayudó, incluso si parecía complicado, pues Simon era muy paciente. ¿Dudaba que Bernard fuera capaz de ayudarlo y apoyarlo tanto como él lo hizo con Bernard?.

Si hubiera hablado con él... Bernard lo entendería, y quizás Simon no estuviera muerto si sabía que tanto Bernard como Katie podían estar para él y Reggie... pobre muchacho, Bernard ya había encontrado una psicóloga con buenas recomendaciones y una fecha para una cita, Reggie lo necesitaba y mucho. Reggie era solo un niño, apenas tenía 8 años y solo tenía a su papá y ahora no tiene otra familia y vive con los amigos de su padre que veía muy seguido cuando era un niño pequeño y a quienes casi ni conoce.

Todo esto era demasiado para procesar para el cerebro de Bernard.

Su teléfono en el bolsillo de su chaqueta sonó, Bernard lo sacó de su bolsillo y vio que Katie lo llamaba, se aclaro la garganta y atendió de inmediato.

—Hola, Katie —saludo Bernard.

—Hola Berny, ya voy a ir a recoger a Reggie de la escuela, ¿regresaras pronto para almorzar? ¿estás bien? —preguntó Katie al otro lado de la línea y Bernard pudo tranquilizarse más al escuchar su voz.

—Estoy bien, cariño —respondió Bernard con un tono más tranquilo y suave. — perdón pero no voy a regresar para el almuerzo, estoy... ocupado —Bernard veía la carpeta mientras estaba al teléfono y su tono, aunque todavía calmado se oía algo tenso y Katie del otro lado de la línea lo noto.

—¿Sucedió algo?, ¿es por la investigación? —preguntó Katie preocupada por su esposo.

—Sí, te lo contaré al llegar a casa, regresaré más tarde, guardame un poco de comida —pidió Bernard. Katie también era amiga de Simon y decirle todo lo que acababa de descubrir por teléfono era muy insensible a opinión de Bernard, lo mejor sería que le explicara todo bien una vez que regresara a la casa. — . No pienses mucho en eso ahora, te lo explicare todo, deberías ir a recoger a Reggie y coman tranquilos —dijo Bernard sabiendo que quizás Katie comience a sobre pensar demasiado.

—Esta bien, te guardaré comida en el refrigerador, cuídate y no regreses muy tarde, por favor —pidió Katie al otro lado con su amable tono, Bernard sonrió un poco.

—No regresaré tarde y me cuidare, nos vemos en la casa

—Nos vemos en la casa —dijo Katie y la llamada terminó.

Guardo su teléfono nuevamente en su bolsillo y nuevamente regresando a la carpeta suspiro con frustración y sin querer divagar más y más se dedicó a mirar el techo de la oficina.

"Quisiera beber una cerveza y hablar con Simon y Katie" Pensó Bernard cerrando los ojos. Pero eran horas de trabajo y no podía beber, Katie estaba seguramente yendo a recoger a Reggie y Simon ya no estaba aquí.

*

Condujo a dirección a su casa y se fijó directamente en el camino, no solía poner música ya que no había alguna canción que le gustará en particular y solo ponía música cuando Katie se lo pedía, por lo que para Bernard fue un viaje en completo silencio. Eran casi las 15:30 de la tarde, tal como se lo dijo a Katie regreso no muy tarde, muy pronto llegó a su casa y estacionó su auto, salió de su auto, sacó la carpeta que estaba en el asiento del copiloto y puso el seguro.

Ya frente a la puerta uso su llave y abrió la puerta. —Katie, Reggie, ya llegue —anunció Bernard al entrar a su casa.

Katie pronto bajo las escaleras, usaba un suéter verde y su largo pelo rojo bien cuidado estaba suelto, ella le sonrió al verlo y pronto bajo las escaleras hasta estar al frente de Bernard.

—Hola, no llegaste tan tarde como creí, ¿tienes hambre o comiste algo? —preguntó Katie.

—No comí nada

—Te deje lo del almuerzo en el refrigerador

—Voy a recalentarlo entonces, ¿dónde está Reggie? ¿Cómo se porto hoy? —preguntó Bernard al no notar a Reggie cuando llegó.

—Esta en su habitación, fui a verlo hace un momento y esta durmiendo, por como se veía a la mañana parece que no durmió bien en su primera noche aquí, comio todo de su plato, no hablo mucho pero parece que le gustó el almuerzo —explicó Katie, tanto ella como Bernard les preocupaba como Reggie estaba tan silencioso y tan distante.

—Debería hablar con él, pero no se como debo decirle o explicarle todo esto, es solo un niño y más con lo que acabo de descubrir... —decía Bernard mientras se sentaba en el sofá.

Katie lo miró confundida y se sentó a su lado. —¿Descubrir qué?, ¿es por lo de Simon?, ¿es esa carpeta que tienes contigo? —preguntó Katie comenzando a preocuparse.

Bernard le dio la carpeta entre sus manos a Katie, era mejor que lo viera ella misma antes de explicarle todo esto. Katie abrió la carpeta y se encontró con hojas de papel y el nombre escrito de Simon con plumón negro, en todas las hojas y ambos lados eran así, Katie se veía muy confundida y algo asustada, tardo unos segundos que parecían horas para ella en mirar una y otra vez esos papeles. Volteo a ver a su marido, encontrándose con una mirada entre expectante y sería.

—¿Qué es todo esto?, ¿qué significan todas estas hojas, Bernard? —preguntó Katie, su tono era confundido.

—Es todo lo que se encontró, semanas de investigación, interrogar a sus vecinos, conocidos y el resto de la comisaria, todo y solo esto, no sabía que significaba o por qué Simon escribió esto pero... —hizo una pequeña pausa, como si intentará calmarse, Katie esperaba que Bernard continuará. — uno de los policías que investigo y encontró los papeles entre los documentos de Simon, dijo que quizás Simon podría ya haber tenido este tipo de pensamientos desde hace tiempo

—¿Qué? —solo logro decir Katie, muy sorprendida, dejando la carpeta en la mesa frente al sofá.

—Sí lo pensamos un poco podría tener sentido, perdió a Roxanne, no tenía otros familiares, el estrés de cuidar a Reggie solo y también el trabajo, quizás todo eso contribuyó a que se sintiera tan mal y no vio otra alternativa que el suicidio, quizás se ha sentido así desde hace mucho y nadie se dio cuenta —explicó Bernard, cada palabra le hacía sentir incomodo y herido al mismo tiempo pero intentando mantener una voz tranquila.

—No puede ser, no puedo creerlo, me niego —Katie estaba lagrimeando, se negaba a creer eso, vio con sus propios ojos el dolor de Simon con la muerte de Roxanne pero esto... no creía.

Bernard la acercó a él y la abrazo, Katie sollozo y se aferro a la ropa de su esposo, Simon había sido su amigo y que se sintiera así y no haya podido ayudarlo la destrozaba.

—Ya, tranquila, por favor, Katie —le decía Bernard a Katie mientras la seguía abrazando.

—¿Por qué nunca lo notamos? —dijo Katie comenzando a calmarse un poco.

—No lo sé, también es difícil asimilar eso, mi mejor amigo estaban tan deprimido y no me lo dijo, ¿no confiaba en mi? —decía Bernard, parecía más una pregunta para él mismo que para Katie.

Katie se secó las lágrimas, y respiro hondo, tenía que pensar con la razón antes que con dolor, pero decirlo era más fácil que hacerlo y aunque para Katie era difícil lo intentaba mientras procuraba no volver a llorar. Simon siempre fue paciente, incluso con las cosas más tontas o ridículas, aveces se guardaba sus pensamientos aunque abiertamente siempre mostraba felicidad y amabilidad, para Katie era difícil pensar que un hombre tan amable y devoto a su trabajo y a su hijo pensara en dejar todo así como así.

Ya más tranquila, Katie tomó la mano de su marido y con la otra tapo la carpeta, Bernard paso a mirar la mano de Katie a su rostro, Katie lo miraba con comprensión pero su mirada también mostraba el dolor y la confusión que sentía.

—Quizás Simon tenía miedo —comenzó diciendo Katie, Bernard iba a hablar pero Katie lo interrumpió. — hablar sobre pensamientos tan depresivos, es lógico que no quisiera hablar de eso, incluso contigo, no sé que había en la mente de Simon en ese momento pero debe haber estado muy mal, no lo entiendo por completo pero no lo juzgo —Katie no comprendía como Simon no pensó en Reggie, su trabajo y sus amigos, pero no podía sacar conclusiones sin saber el panorama completo, aunque nunca lo va a saber.

Bernard tomó la mano de Katie y suspiro bruscamente echando su cabeza hacia atrás. —Esto es tan complicado —murmuró Bernard, pero Katie lo escucho.

—Todas las pérdidas lo son —dijo Katie con un tono suave.

—¿Cómo le diremos esto a Reggie?, por como esta ahora se pondrá aún peor —Bernard sabía que Reggie estaba igual o más dolido por todo esto y ahora sumándole que su padre tenía depresión, no quería imaginar como reaccionaría, ya con intentarlo le hacía preocuparse más.

Katie lo miró comprensiva. —Tiene que saberlo, aún si duele, es mejor que lo sepa desde joven y antes de llevarlo con la psicóloga

Bernard acarició la mano de Katie y asimilando un poco parte de lo que hablaron, su expresión seria se suavizó un poco. —Tienes razón, hoy hablaré con él, después de la cena. —Bernard dijo con seguridad, Katie sonrió conmovida ante la decisión de su esposo.

Bernard calentó la comida que Katie le guardo del almuerzo y aunque Katie había comido lo acompaño sentándose a su lado en la mesa. Mientras comía Bernard pensaba las palabras que debía usar para explicarle a Reggie toda la situación, tenía que decircelo con mucho tacto y paciencia.