El Asco Y Él Mismo

VALERIC parpadeó hacia ella.

—¿A qué te refieres con eso? —preguntó—. Sí sé qué hacer, es solo...

—¿Es solo qué?

—Bueno, los colores simplemente no tienen sentido.

—¿Y por qué es eso? —Stella rodó los ojos hacia él—. Es porque no sabes qué hacer.

—Entonces, ¿sabes qué debería hacer?

—Uh huh. Usa un color vibrante o algo atractivo para complementar el rostro del anuncio. Como esto —ella tomó la tableta y trató de arreglar lo que él había hecho y estropeado—. Ahí, algo así debería funcionar. Es atractivo y seguro que atraerá la atención. ¿Qué te parece?

Valeric contempló el proyecto y levantó la mirada para encontrarse con sus ojos azules. —Tienes razón. Ahora sí se ve bien.

—Te lo dije —se burló ella y devolvió la tableta.