No desbloquees!

—¡Ay! ¿Es tan serio? —susurró ella y pellizcó su cuello expuesto, ganándose un siseo del hombre.

—Esta noche —dijo la sacerdotisa— es el día en que celebramos a la diosa de la luna, nuestra protectora. Hoy es el día en que la diosa de la luna dio a luz a su primogénito, Yiel, el rey de todos los alfas. Y con su nacimiento, comenzó nuestra raza, encontró su lugar y creció hasta ser lo que es hoy. Hemos estado protegidos, guiados, amados y colmados de su misericordia y benevolencia. Se nos ha enseñado, liderado y elegido por ella, sin importar en lo que cada uno se haya manifestado.