Una familia condenada a morir

Antes de que Esme pudiera discernir completamente la figura que acechaba en las sombras, espiando a Donovan, el sueño cambió abruptamente, y en un instante, se encontró dentro de los fríos muros del palacio.

—¿Qué demonios

Ella estaba parada en uno de los tortuosos corredores, reconociéndolo inmediatamente como parte de los aposentos del rey. Recordaba haberse aventurado en esta área mientras todavía era una invitada en el palacio, pero Lennox le había dicho que no fuera allí, ya que la ominosa muerte de su padre había ocurrido en ese mismo lugar. Pero por cómo se veían las cosas, este rincón del palacio apenas parecía olvidado.

¿Acaso había regresado en el tiempo? ¿Por qué estaba aquí?

Esto tiene que ser un sueño. ¡Debe serlo!

Pero, ¿quién estaba observando a Donovan? El mero pensamiento de esa figura sombría enviaba un escalofrío por su espina dorsal, agitando un miedo desconocido en su interior.