Cultura de cada pareja casada.

Ryan esperaba que Arwen reaccionara —cualquier cosa, en realidad. Una mirada, un destello de reconocimiento, un cambio en la expresión. Pero ella no lo hizo.

Simplemente continuó comiendo, su comportamiento frío y compuesto, como si él ni siquiera existiera a su lado.

Sus mandíbulas se apretaron. Sus manos se convirtieron en puños apretados bajo la mesa, y su frustración aumentaba con cada segundo que pasaba. Nunca imaginó que sería tan difícil obtener siquiera una simple reacción de ella.

La mirada de Ryan se oscureció, aguda como dagas, enviando miradas silenciosas en su dirección. Pero Arwen permaneció completamente imperturbable. Para ella, él no era más que aire, y se aseguró de que él lo supiera.

Beca, que también estaba sentada junto a Arwen, podía ver claramente lo que su hijo estaba tratando de hacer. Sus cejas se juntaron en un ceño fruncido profundo, y estaba a punto de expresar su desaprobación cuando sintió que Gareth ponía una mano sobre la suya.