Las palabras del Oficial Davis dejaron la advertencia muy clara.
El ceño de Ryan se frunció. Sus dedos se cerraron en puños mientras intentaba mantener la calma.
—Oficial Davis, Delyth se está recuperando en el hospital. No hay manera de que ella pudiera tratar de hacerle daño a Arwen. Creo que debe haber un error en algún lugar —dijo con firmeza.
—Todavía no estamos seguros, señor Foster —explicó el Oficial Davis, aunque su tono llevaba una nota distintiva de sospecha—. Y es por eso que vine a preguntarle al respecto. No estamos acusando a la señorita Ember de estar involucrada en el accidente de la señorita Quinn, pero aún así creo que debería ver primero ese video y luego contarnos más en detalle.
El ceño de Ryan se acentuó. —¿Qué video, Oficial Davis?