Duque extraño

Serafina notó gradualmente que su esposo, el Duque de Everwyn, había estado actuando de manera extraña últimamente.

Serafina no podía deshacerse de esa idea suya. Todo empezó cuando acababa de despertar de su fiebre.

En retrospectiva, su comportamiento siempre había sido algo peculiar. Cuervo parecía estar incómodo en algunas áreas e intentaba ocultarlo. A veces, casi lo veía como si él mismo estuviera avergonzado.

Además, nunca había dejado que Serafina saliera de su abrazo cuando estaban juntos. Cuando sólo eran sus pies los que intentaban tocar el suelo, él aún la abrazaba apresuradamente. Era casi como si ella fuera a meterse en grandes problemas si sus pies tocaran el suelo.

Serafina había oído después de Lily que Cuervo fue quien le dijo al mayordomo que extendiera la alfombra mullida por toda la mansión, solo por ella. Serafina no sabía si llorar o reírse de la vergüenza.

—No estaba ni herida, simplemente me resfrié.