Punto de vista de Dominick
—Jefe, hemos buscado por todos lados pero aún no hay rastro de Luna en ninguna parte. También le pedimos a nuestros hombres que la buscaran en su antiguo apartamento, pero afirman que ella nunca regresó —anunció Alen con una mirada solemne.
—No puedo jodidamente creer esto —agarré el florero de la mesa y lo estrellé contra la pared furioso—. No puede ser, me rehúso a creer esto.
—Solo puede significar una cosa, Dom: la banda Black Mamba la tiene.
—¡No, no! —ladré, apretando mis puños—. ¿Sabes lo que significa eso, Alen? ¿Lo sabes?
—Cálmate, Dom...
—No me digas que me calme —le espeté—. Si descubren que ella no es Sol, la van a matar. Ese bastardo Marcelo la matará.
—Entonces, ¿qué sugieres que hagamos ahora, Dom? —preguntó Alen.
—No sé, hombre, jodidamente no sé... Necesito contactar a ese bastardo... sí, eso es, consígueme su contacto —le dije a Alen.
—Sabes que Marcelo se mueve como un fantasma, Dom.