Acto III — Capitulo 29 — Cristal ígneo

Las horas posteriores a la segunda fase de la subasta fueron tan intensas como fascinantes. Más de ciento cincuenta armas Arcanicas y doscientas técnicas desfilaron por el escenario, despertando el deseo y la codicia de todos los presentes.

Desde su balcón privado, Inei desvió la mirada del escenario y fijó los ojos en su padre, quien acababa de conseguir una técnica de fuego de nivel Ony intermedio. Una leve sonrisa se dibujó en sus labios al ver al viejo tan emocionado. Por un momento, no parecía el patriarca de la familia Nozen, sino un niño al que le acababan de dar su juguete favorito.

Luego giró la cabeza hacia el lado izquierdo del palco. Allí estaban su prometida Ziyu y sus futuros suegros, todos con rostros plenos de satisfacción. Habían conseguido tres técnicas y dos armas arcanas. Sus sonrisas eran tan genuinas como brillantes.

—Entonces, pequeños —intervino una voz conocida detrás de ellos—, ¿Qué les ha parecido la subasta hasta ahora?

Lucia había aparecido en silencio, tan imponente como siempre. Sus ojos brillaban con picardía. Yeryn, aún abrazada a Inei, fue la primera en responder con una sonrisa radiante.

—¡Es increíble! Hay tantas cosas poderosas… y tan absurdamente caras.

Lucia soltó una risita sutil, como quien escucha una historia repetida pero que aún le hace gracia.

—Sí, pueden parecer costosas… pero créeme, esta subasta es modesta comparada con otras. La anterior, por ejemplo, fue un escándalo.

—¿Escándalo? —repitió Inei, arqueando una ceja.

—Vendieron varias técnicas de alto nivel. Si no me falla la memoria, una de ellas era de rango Rey… o tal vez un Falso Rey. Pero lo más impactante no fue eso, sino el precio. Fueron vendidas a valores ridículamente bajos… como si solo quisieran deshacerse de ellas.

—¿Y cuánto costaría una técnica realmente buena? —preguntó Inei, más serio.

Lucia lo miró directo a los ojos.

—Las verdaderamente buenas… no se venden. Se encuentran.

Yeryn ladeó la cabeza, intrigada.

—¿Entonces por qué aparecen técnicas poderosas en subastas?

—Porque tienen defectos. Restricciones severas. O simplemente tienen el dolor del antiguo portador… Las verdaderas joyas están ocultas. O bajo la protección de clanes que preferirían morir antes que soltarlas.

Las palabras colgaron en el aire, justo antes de que la potente voz de Liam rompiera el ambiente con una mezcla de elegancia y autoridad.

—Damas y caballeros, hemos llegado al momento que muchos estaban esperando.

Los murmullos cesaron. La atmósfera cambió.

—Damos inicio a la tercera y última fase de esta subasta. Los objetos que verán ahora no solo son raros… son únicos. Muchos de ellos carecen de precio. Algunos, simplemente, no pueden ser replicados.

Lucia cruzó los brazos, sonriendo con interés.

—Ahora es cuando las cosas se ponen serias.

En la tarima, Liam Fei continuó:

—Los diez objetos que presentaremos a continuación solo pueden obtenerse mediante intercambio. Nuestros catadores han decidido que no tienen valor fijo. Así que si desean algo de este nivel… deberán pagar con algo equivalente.

—Eso suena complicado —comentó Xiay desde su asiento, cruzando las piernas con elegancia. Sus ojos grises destellaban con emoción contenida—. No todos tienen objetos lo bastante valiosos.

—Por eso es una fase especial —replicó Lucia—. Aquí no compites con dinero. Compites con historia… con legado… y con destino.

Dos asistentes subieron al escenario, llevando una caja negra con bordes de plata. Al abrirla, un tenue resplandor rojo sangre se filtró, acompañado de una oleada de calor que hizo estremecer el aire.

—El primer objeto… —anunció Liam con voz solemne—. Es un Cristal de Arcam Ígneo. Su energía es tan violenta que nuestros artesanos tuvieron que sellarla con múltiples capas para hacerlo seguro de refinar. Pero si se logra absorber… podría cambiar el camino de un cultivador.

Una barrera protectora carmesí rodeó la tarima.

Uno a uno, varios representantes de facciones menores subieron al escenario, ofreciendo piedras espirituales, armas antiguas y técnicas raras. Todos fueron rechazados. Los catadores permanecían impasibles.

Desde los palcos altos, los clanes poderosos observaban en silencio. La tensión era densa como la niebla.

Y entonces, una presencia se movió.

Un destello. Una ráfaga. Un suspiro del rayo.

Inei.

Con un solo paso, apareció frente a la barrera. Su figura recortada contra la luz carmesí provocó un murmullo generalizado.

—¿Inei? —susurró Yeryn con inquietud.

—¿Qué está haciendo ese chico? —musitó un anciano desde un palco cercano.

—¿Él va a intentarlo…? —preguntó una joven noble en voz baja.

Lucia, por su parte, solo sonrió. Una pierna cruzada sobre la otra. Interesada.

Inei colocó la mano sobre la barrera. Observó. Sintió. Y luego, dio un paso adelante. Sin resistencia, la barrera lo dejó pasar.

El silencio fue total.

Dentro, Liam lo miró, sorprendido pero sonriente.

—Debo decir… es un honor que el joven maestro Nozen esté interesado en uno de nuestros objetos.

Inei no respondió. Solo caminó hacia el cristal, mientras su mirada se iluminaba con un fuego silencioso.

Los minutos pasaron rápidamente pero para algunos fue eterno, muchas miradas curiosas se mantenían fijas en la barrera protectora. Algunos expertos intentaron ejercer su poder para ver a través de la barrera pero fueron castigados por el poder de la barrera.

Entonces un thum sonoro sacudió la sala.

Una corriente de aire caliente estalló desde la barrera. El cristal estaba reaccionando.

—¿Está respondiendo? —preguntó una mujer de vestido dorado—. ¿Tuvo éxito?

Segundos después, Inei salió con paso firme. Sonreía. Tras él, la barrera se deshizo en bruma y la asistente de Liam se retiraba con la caja del cristal en sus manos.

Los murmullos se multiplicaron como olas en una tormenta. Nadie sabía qué había ofrecido a cambio, solo que había sido aceptado.

Mientras regresaba a su asiento, Scathath susurró en su mente:

{Buena elección. Esa cosa será útil para templar tu cuerpo.}

Poco después de que Inei bajara del escenario, un nuevo objeto fue presentado: —El siguiente objeto, fue traído a nosotros por su creador. Un maestro cultivador de etapa Aurum. Se trata de un set de dos objetos, como podrán ver uno de los objetos se trata de un anillo de plata el cual tiene la capacidad de brindarle a quien lo usa, una capa protectora. El segundo objeto es una técnica de nivel Ling la cual este maestro cultivador logro replicar de los temibles simios de tierra: [Gran garra de la tierra]

{El anillo es bueno hasta cierto punto… pero contra enemigos más poderosos, esa protección no servirá de mucho. La técnica... Meh tengo mejores para enseñarte}

Inei volvió la vista, curioso. Y entonces la vio. En un palco del segundo piso, una mujer de largo cabello negro con mechones blancos lo observaba. Sus ojos verdes, sobresalían por encima de un abanico, temblaban con una mezcla peligrosa de interés y emoción.

{Parece que ganaste una admiradora bastante fuerte~}, comentó Scathath con tono burlón.

{¿Cómo estás tan segura?}

{Pupilas dilatadas, mirada fija. La curiosidad le ardía en la sangre.}

{No tengo ni idea de cómo lidiar con eso. Apenas sé defenderme… y ahora soy un alquimista en preparación.}

{Entonces prepárate, mocoso. Mañana, sin excusas, fortaleceré tu cuerpo con ayuda del cristal ígneo. Luego… te enseñaré el arte de los alquimistas.}

Inei suspiró. Su sonrisa era leve, pero había una chispa de emoción en su pecho.

Se tomo su tiempo en volver al palco Vip, una vez atravesó la perta del salón fue recibido por un par de hermosas jóvenes.

—¿Qué diste a cambio? 

Le preguntaron Ziyu y Yeryn cada una abrazando un brazo de Inei. 

El soltó un suspiro y cerro sus ojos. 

—Con ayuda de mi maestra pude conseguir el cristal a cambio de una píldora. 

Los ojos de las señoritas a su lado brillaron más interesadas en que tipo de píldora abra entregado el chico que les gusta. 

Juntos volvieron al sofá donde antes estaban sentados, cada una de las chicas se pego más a su cuerpo. Inei dejo escapar un suspiro mientras sentía la rivalidad entre las dos chicas. 

No queriendo que pasara más, Inei paso sus manos por detrás del cuerpo de ambas chicas y tomo sus cinturas.

Inmediatamente ambas se sonrojaron y dejaron de lado toda tensión entre ellas. 

—Jeje~

Inei pudo escuchar una leve risita de su tía lucia detrás de el, pero también pudo jurar que su maestra también se había burlado en su mente. 

Sin querer hacer mucho más Inei se acurruco junto a sus chicas y se dispuso a seguir observando como proseguía la subasta. 

---

Un tiempo después el reloj de Arcam en la pared marcaba las 2 de la mañana, los ojos de Inei ya estaban que se cerraban por el sueño que sentía y sentir el calor corporal que le brindaban Ziyu y Yeryn no era bueno. El ultimo objeto había sido intercambiado con éxito.

{Se subastaron doce objetos especiales al final y solo seis fueron intercambiados con éxito...}

Pensó Inei dándole pequeños golpes en la cintura a Ziyu y Yeryn para despertarlas ya que se habían dormido desde que el reloj marco las doce de la noche. 

—Jeje~ el pequeño Inei tiene a dos chicas hermosas acurrucadas, por favor asegúrate de hacer píldoras anticonceptivas para mañana~. 

Comento Lucia con burla mientras recogía el cuerpo de Yeryn entre sus brazos.

—Tía por favor no digas cosas raras.

Respondió Inei con la cara un poco roja por la vergüenza, gracias a que Lucia tomo a Yeryn, el pudo acomodar a Ziyu en sus brazos. 

—Ven querido dame a esta dormilona. 

Para su sorpresa una vez levanto a Ziyu en sus brazos, la madre de Ziyu y su futura suegra se acerco, Lushui le arrebato con suavidad a la joven.

—Volveré primero al clan con Ziyu, más tarde estaremos ambas de vuelta en tu residencia, por favor cuida de nosotras~

Inei asintió un poco avergonzado, debido a las tradiciones del matrimonio, los futuros esposos deben pasar tiempo juntos, acompañados de las madres, para así estos puedan convivir en paz. 

—Bueno, entonces que tengan buen viaje nosotros nos quedaremos para recibir los objetos obtenidos.