En el gran salón de la familia Devarian…
Fatty Ben y Mohini se encontraban en el centro, sus muñecas atadas con gruesas cadenas encantadas. El rostro de Fatty era una mezcla de miedo y nerviosismo, mientras que Mohini miraba con frialdad. Los guardias del palacio se encontraban alrededor de ellos, armados y vigilantes, con sus lanzas brillando a la luz. En la cabecera del salón estaba sentado el Patriarca Duran Devarian, mordiendo perezosamente una fruta rosa que desprendía un tenue y dulce aroma. Su expresión era engreída, de poder absoluto, mientras miraba a Fatty y Mohini. Sentado a su lado estaba su hijo mimado, Dabba, quien lanzaba miradas lascivas a Mohini.
—Dime, ¿por qué atacaste a mi hijo? —preguntó Duran, su tono goteando desdén mientras lanzaba la fruta a medio comer al lado de Mohini.