Kadir

ZINA

El mundo de Zina se volvió infinitamente negro, como si estuviese atrapada en una gelatina de vacío. No podía ver nada, y le ocurrió que no era porque estuviese cerrando los ojos, o por algún otro poder de otro mundo que le hubiera sido otorgado. No, la oscuridad era sorprendentemente familiar. Como el tipo de ceguera a la que estaba acostumbrada antes de recuperar la vista.

El miedo la envolvió ante esa realización, y se encontró luchando como si intentara escapar de lo que fuera que la estaba tirando. Pensó que había derrotado esta anormalidad; ya sea por su muerte y resurrección, o al soportar el doloroso proceso de renunciar a sus votos, pensó que había vencido esta ceguera.

Pero no, sin importar cuánto luchaba, el poder solo parecía tirar de ella con más fuerza.