—Los informes que hemos estado recibiendo dicen lo mismo —suspiró Corrine—. Las criaturas hada involucradas en la batalla están actuando de manera extraña.
—¿Extraña cómo? —preguntó Axel.
—En los últimos días, los exploradores dicen que las criaturas dejaron de pelear en medio de una batalla. Otros huyeron —explicó Corrine.
—¿Sabemos a dónde fueron? —preguntó Axel.
—No había una dirección clara, aunque los informes que estamos recibiendo hoy son un poco más preocupantes. No pueden encontrarlos.
—¿Qué quieres decir?
—Parece que los hada se han escondido. Pero, desafortunadamente, no podemos rastrear sus movimientos. Los híbridos y los salvajes aún están sueltos, pero los demás se han ido —suspiró Corrine.
—¿Y qué hay de la fuerza que Penélope mencionó? ¿Y qué hay de Ascua Ardiente? ¿Hemos podido ponerle ojos encima?
—No hemos podido contactar a ninguno de nuestros exploradores en el sur en días —sacudió la cabeza tristemente Corrine.