la crueldad del nuevo mundo parte 1 ( cap 12 )

Morgan siguió el camino que Adán le había indicado para salir del bosque. Caminó y caminó hasta que, en su trayecto, encontró lo que parecía ser una carroza de color azul marino y dorado, con ruedas plateadas y dos caballos negros atados a ella. Era bastante lujosa... demasiado para estar en medio de la nada.

Lleno de curiosidad, Morgan se acercó a inspeccionar la carroza, preguntándose qué hacía algo tan elegante en un lugar tan apartado. Acarició a los caballos, que reaccionaron de manera sorprendentemente dócil ante su presencia.

-¡Wow! Nunca había visto unos caballos tan grandes... ¿Qué hacen aquí, amigos?

( Dijo Morgan amablemente )

Mientras observaba la cabina de la carroza, se asomó por las ventanas para ver si había alguien dentro. Efectivamente, dentro había un hombre de cabello corto, algo ondulado y rojizo, con ropa humilde y simple. Estaba arrodillado, cubriéndose la cabeza y dándole la espalda a Morgan, como si estuviera rezando por su vida.

-¿Qué está haciendo...?

( Dijo Morgan, confundido )

Intrigado, comenzó a picotear la ventana para llamar la atención del misterioso hombre. Tan pronto como tocó el vidrio, el sujeto dio un brinco del susto y, con movimientos lentos y temblorosos, giró la cabeza. Cuando sus miradas se cruzaron, Morgan, con su mejor sonrisa, levantó el pulgar en señal de amistad.

El hombre, en lugar de relajarse, se sobresaltó aún más y dio un brinco hacia atrás, golpeándose la cabeza contra la pared de la carroza.

-¡AAAAAHHHHHH!

( Gritó aterrorizado )

Morgan, sin entender nada, también comenzó a gritar y miró frenéticamente a su alrededor, tratando de descubrir qué había provocado el terror en el hombre.

-¡¿Q-qué pasa?! ¡¿Dónde?! ¡¿Por qué estamos gritando?!

( Dijo Morgan, nervioso )

-¡Por favor, no me hagas daño! ¡Te lo imploro! ¡Tengo una esposa y un hijo en camino!

( Gritó el hombre, temblando de miedo )

Morgan, un poco ofendido, se señaló a sí mismo con incredulidad.

-¿¿Yo??

El hombre asintió frenéticamente.

-Ah... acabo de tener un déjà vu...

( Dijo Morgan, recordando su primer encuentro con Iliana )

Para calmar la situación, Morgan se alejó un poco de la carroza y, con su tono más amable, intentó razonar con el aterrorizado hombre.

-Vamos, amigo. No te haré daño... Puedes salir.

El hombre levantó ligeramente la cabeza, dejando ver solo la mitad de su rostro por la ventana. Morgan sonrió y le hizo un gesto de saludo, pero el hombre seguía sin parecer convencido.

Morgan notó su desconfianza y comenzó a pensar en cómo ganarse su confianza. De pronto, una idea brillante (según él) pasó por su cabeza.

-¡Ya sé! ¡Tal vez esto funcione!

( Dijo Morgan, chasqueando los dedos )

Se alejó aún más de la carroza para que el hombre pudiera verlo por completo.

-¡Te mostraré que no soy peligroso!

Con una postura dramática, estiró los brazos, se puso de puntillas y, con toda la seguridad del mundo, gritó:

-¡TRANSFORMACIÓN!

Morgan mantuvo su pose heroica... pero nada pasó.

El hombre dentro de la carroza lo miró sin entender nada.

-¿Qué está haciendo este tipo...?

( Pensó el hombre, desconcertado )

El silencio incómodo se extendió por el aire. La cara de orgullo de Morgan comenzó a transformarse en una de pura vergüenza.

-U-u-una vez más...

( Murmuró, sonrojado )

-¡TRANSFORMACIÓN!

( Gritó con más fuerza )

Pero, una vez más, nada sucedió. El color en su rostro pasó del rojo al granate.

El hombre, que antes estaba aterrorizado, ahora solo podía sentir una profunda pena ajena por Morgan.

-Creo que perdió la cabeza...

( Susurró el hombre para sí mismo )

-¿Q-qué pasa...? No se supone que... ¿debería poder transformarme o algo así...?

Morgan se dejó caer de rodillas y hundió la cabeza en el suelo, sintiendo que la vergüenza lo consumía.

-¡Ahhh, qué vergüenza! ¿Qué acabo de hacer...?

( Dijo, completamente avergonzado )

El pelirrojo, viendo su estado, abrió la puerta de la carroza y, con algo de compasión en la voz, preguntó:

-Oye... amigo... ¿te encuentras bien...?

-¡Ahhh, quiero que la tierra me trague en este mismo instante!

( Gritó Morgan, enterrando aún más su cabeza en el suelo )

El hombre se le acercó y comenzó a darle unas palmaditas en la espalda, como si estuviera consolando a un niño .

-Ya, ya... ya pasó, ya pasó...

( Dijo el hombre, con una mezcla de lástima y diversión )

-Ah... ahora me tiene lástima...

( Pensó Morgan, sintiéndose aún peor )

Sacó lentamente la cabeza de la tierra y, con la dignidad hecha pedazos, preguntó:

-¿Ya no me tienes miedo...?

El hombre, ahora más relajado, sonrió.

-No... definitivamente nunca había visto a un Zorath comportarse como tú frente a un humano.

( Respondió el hombre, tranquilamente )

-Oh... bueno.

( Contestó Morgan, más calmado )

-Además, no te preocupes. Todos pasamos por esa etapa.

( Dijo el hombre, dándole una palmada en el hombro )

-¿Eh...?

( Preguntó Morgan, confundido )

-Sí, ya sabes... eso de... "¡Transformación!"

( Dijo el hombre, imitando la pose de Morgan )

Morgan, al ver la imitación, volvió a enterrar su cabeza en la tierra de golpe, sintiéndose más humillado que nunca.

-¡MÁTENMEEEEEEE!

( Gritó, muerto de vergüenza )

El hombre no pudo evitar soltar una carcajada.

-Eres alguien bastante curioso, amigo.

( Dijo,el hombre entre risas )

-Y bien... ¿Cuál es tu nombre?

( Preguntó el hombre, entre risas )

El joven de cabello rosado, todavía con el orgullo en pedazos, sacó la cabeza de la tierra y respondió con un tono de derrota.

-Morgan... Mi nombre es Morgan...

Fin del capítulo.

Próximo capítulo: La Crueldad del Nuevo Mundo - Parte 2.