aquél que puede ver sin usar los ojos cap (18)

"Morgan" forzaba sus ojos para intentar ver algo, pero era imposible. La oscuridad que ahora se había apoderado del lugar era tan densa que incluso era incapaz de ver sus propias manos, y su respiración comenzaba a agitarse con cada minuto que pasaba.

-¿Dónde está? ¿Dónde está?

(Dijo "Morgan", irritado).

Morgan giraba la cabeza a todos lados, intentando escuchar, oler o sentir algo. De repente, pudo percibir cómo una brisa pasó detrás de él, como si algo hubiera cruzado a gran velocidad por sus espaldas. "Morgan" se giró rápidamente y soltó un golpe desesperado, el cual impactó en la nada. Una vez más, sintió esa brisa pasar detrás de él, y con un quejido de molestia se giró nuevamente, lanzando un golpe con aún mucha más fuerza que el anterior.

-¡Carajo, muéstrate de una vez!

(Gritó "Morgan", furioso).

Una risa repleta de malicia comenzó a escucharse. Esta risa se hizo cada vez más fuerte, empezando a hacer eco por todas partes. El eco de la risa resonaba dentro de la cabeza de "Morgan", quien se tapó los oídos para no escucharla.

-¡Cállate, cállate!

(Dijo "Morgan", irritado).

De golpe, las risas se detuvieron. "Morgan" bajó las manos lentamente. Fue entonces cuando pudo sentir cómo alguien estaba parado detrás de él, tocando uno de sus hombros para después susurrarle al oído:

-Esto apenas comienza.

"Morgan" sintió cómo algo lo golpeó por la espalda. El golpe fue tan brutal que se escuchó el eco de sus huesos crujiendo. El impacto fue tan violento, y la velocidad con la que el cuerpo de "Morgan" salió disparado fue simplemente bestial. Solo se detuvo gracias a que impactó contra una de las paredes de ese cubo gobernado por la oscuridad. "Morgan" intentó reaccionar rápidamente, pero pudo sentir cómo del muro salían varias manos que lo abrazaban, anclando su cuerpo al muro. Antes de que pudiera reaccionar, sintió un poderoso golpe en el estómago, seguido de una lluvia de golpes que impactaban de lleno en su rostro. Después, sintió cómo lo tomaban del cabello y lo levantaban por los aires a gran velocidad, para luego ser estrellado contra el suelo violentamente. Al impactar, pudo sentir cómo pequeñas espinas se incrustaban por todo su cuerpo.

-Vamos, vamos, haz algo o esto ya no será divertido. Incluso me forzaste a liberar mi Karma. Deja de parecer tan patético y haz algo.

(Dijo lleno de gozo el Zorath).

-Puede que tú no lo veas, pero la cara que tienes en este momento es lo mejor. Simplemente es hermosa.

(Dijo el Zorath de una manera repugnante).

-¿Pero qué cara estaré haciendo yo? Ahh, me gustaría poder ver mi cara en este momento. Se siente tan bien...

Mientras decía esas palabras, el Zorath tomó a "Morgan" por el cabello, sujetándolo nuevamente para golpear su rostro contra el suelo una y otra vez sin descanso.

El Zorath lo levantó e impactó su rostro contra uno de los muros. Pero esta vez lo levantó unos metros en el aire y comenzó a recorrer todo el muro a gran velocidad, con su rostro pegado a la pared, de arriba hacia abajo, por cada rincón del muro.

-Ah… esto es malo, muy malo.

(Pensó "Morgan").

El ente que había tomado posesión de Morgan se preguntaba qué hacer, cómo podía salir de esa situación. No era capaz de ver cuánto tiempo faltaba para que pudiera volver a transformarse. Su regeneración se hacía cada vez más lenta. A pesar de que él no estaba sintiendo el dolor de la gran paliza que estaba recibiendo, el verdadero "Morgan", quien se hallaba en un rincón oscuro de su mente, sí estaba sintiendo el dolor inmenso e indescriptible de lo que le sucedía a su cuerpo real. Las lágrimas brotaban de su rostro y se retorcía de dolor. Su expresión haría que cualquiera se compadeciera de él.

Finalmente, el Zorath levantó a Morgan por todo lo alto y dijo con una voz excitada:

-Ahhh... hacía mucho tiempo que no me divertía de esta manera. Te doy las gracias por hacerme sentir así. ¡Gracias, gracias! No te preocupes... cuando terminemos, te llevaré con Madre. Estoy seguro de que a ella le encantará la idea de poder jugar contigo. Pero antes... pero antes debo... debo probar esto.

El Zorath lamió la cara ensangrentada de "Morgan" y soltó un grito repugnante, como si estuviera teniendo un orgasmo.

-¡Ahhh! Increíble... indescriptible... este sabor... este sabor es simplemente mágico, glorioso... No... no hay un sabor como este. ¡Ahhh! ¡Más, más, más!

(Dijo el Zorath de manera aterradora y a la vez feliz).

-¡Madre! ¡Madre, debes probar esto! ¡Rápido! Tenemos que llevarte con Madre. ¡Ella debe probar esto!

El Zorath dejó caer a "Morgan", y al chasquear, de cada una de las paredes emergieron espinas más grandes, más robustas. Todas estaban creciendo en dirección a "Morgan". La caída le parecía eterna, cada segundo era como un año. Y cuando parecía que todo había terminado, el brazo de "Morgan" se iluminó y una voz dijo: "Tiempo de reposo terminado. Representaciónes nuevamente disponibles."

-¡No puedo verlo! Si no puedo verlo, no puedo golpearlo. ¿Qué debo hacer? ¿Hacer? ¿Qué debo hacer? ¿Qué debo hacer?

El ente estaba frustrado, molesto. No podía pensar en qué hacer en esa situación, ni qué forma adoptar. Las espinas estaban cada vez más cerca, pero simplemente no podía idear algo. Entonces, en la oscuridad de la mente del cuerpo que había poseído, pudo sentir que alguien lo tomó del pie. Rápidamente bajó la mirada y pudo ver que quien lo había tomado era "Morgan". Él se había arrastrado hasta donde estaba, como pudo, y lo tomó del pie.

El ente, lleno de furia, le gritó a Morgan.

-¡¿QUÉ CARAJO ESTÁS HACIENDO?!

Sin embargo, no pudo terminar su frase, ya que en su mente comenzaron a fluir unos recuerdos que no eran suyos. Ese recuerdo lo vivió a través de los ojos de alguien más. Pudo ver que estaba en un lugar muy verde. Había árboles a su alrededor, grandes, con lianas por todas partes. El ambiente se sentía húmedo.

-¿Acaso estoy en la selva?

(Dijo el ente, confundido).

Frente a él estaba un hombre de piel morena, con el cabello un poco largo. Tenía ropa bastante rara, de color beige, y una gorra para el calor. Usaba pantalones cortos y botas.

-Mirá, hijo. Quiero mostrarte algo.

(Dijo el hombre, alegremente).

El hombre se puso de cuclillas y colocó a "Morgan" enfrente de él, abrazándolo por la cintura.

-Mirá lo que está ahí.

El hombre señaló una rama de un árbol. "Morgan" levantó la mirada y vio un pequeño animal colgado boca abajo de la rama.

-Ese de ahí, hijo, es el mamífero más rápido del planeta. Puede que sea pequeño, pero puede alcanzar los 160 kilómetros por hora. Y no solo eso, sino que también puede ver en la noche más oscura sin necesidad de usar sus ojos, ya que lanza unas ondas sonoras que, al rebotar, le enseñan por dónde ir e incluso detectar cosas bajo el agua. Puede que sea alguien pequeño, pero es impresionante. ¿No lo creés?

(Dijo el hombre, feliz y orgulloso).

-Digamos que ese animalito es aquél que puede ver sin usar los ojos. Su nombre es...

Abruptamente, el recuerdo terminó. Las espinas estaban a escasos centímetros del cuerpo de "Morgan". Su cuerpo comenzó a brillar intensamente, tanto que logró iluminar por completo el lugar. La luz cegó por unos instantes al Zorath, y entonces se hizo presente una voz intimidante que hizo eco por cada rincón del lugar.

-Aztlán. Décima representación. Rama Mammalia. Quiroptera. Especimen número 12345: Tadarida brasiliensis.

Fin del capítulo.

Próximo capítulo: Algún día te arrepentirás.