Obteniendo Respuestas II

Una pausa significativa siguió al otro lado del teléfono después de la pregunta de Ewan. Sandro y Ewan intercambiaron miradas superficiales, preguntándose por qué Zack tardaba tanto en responder a una pregunta tan simple.

—Hola... ¿Zack? ¿Por qué no hablas— Ewan frunció el ceño cuando la línea se cortó abruptamente.

Sandro frunció el ceño, observando mientras Ewan miraba fijamente el teléfono con enojo, como si el dispositivo en sí tuviera la culpa. —¿Terminó la llamada?

—Obviamente, Sandro —bufó Ewan, golpeando furiosamente sus muslos. Besando sus dientes en frustración, agarró el teléfono y marcó nuevamente el número de Zack. Esta vez, fue directo al buzón de voz.

¡El viejo astuto lo había bloqueado! ¡Ese infiel! ¡Ese estúpido...!

Ewan lanzó el teléfono con enojo; golpeó el tablero del coche y cayó al suelo sin ceremonias mientras Sandro observaba en silencio.

La tensión en el aire era palpable, y la frustración de Ewan irradiaba por todo el coche.