No Otra Lucille

La mirada de Adele se oscureció aún más, sus labios se apretaron en una línea firme. Miró hacia otro lado por un momento, como si estuviera sopesando sus palabras cuidadosamente, antes de hablar finalmente.

—No puedo decir con certeza si Lucille experimentó exactamente lo mismo. Su mente estaba tan confundida que era difícil separar la verdad de las mentiras —dijo, su voz lenta—. Sin embargo, hay… similitudes. —Se detuvo, confesando—. El poder de Asher no siempre funciona de maneras que ni siquiera él comprende completamente. Tiene voluntad propia, y a veces permanece más tiempo del que debería. Puede dejar rastros, impresiones.

—¿Impresiones? —interrumpió Violeta, su voz elevándose con pánico—. ¿Estás diciendo que ha dejado algo en mi cabeza? ¿Que esto es permanente?