—No es mentira.
Las miradas de todos los Ancianos presentes se desplazaron hacia la posición de líder, uno de los dos Señores del Reino que existen en el Clan San. Sus ojos reflejaban un sentimiento de reverencia y también envidia. ¿Quién no sabía que la única razón por la que este individuo tenía algún tipo de poder era debido a la suerte? Habían tomado la Píldora del Reino de Infusión Mundial, otorgándoles la fuerza de un Señor del Reino sin ningún riesgo.
Sin embargo, no había desprecio o desdén en sus ojos. Porque este individuo tenía fuerza.
—Lo sentí. Ascendió legítimamente —la voz que provenía del velo brumoso se expandió hacia afuera, conteniendo un encanto regio innato que se había desarrollado al gobernar el campo estelar durante un milenio.