—¿Huh? —El elfo oscuro miraba el huevo con perplejidad—. ¿Qué hacía algo así aquí?
Lo observó durante un segundo y, tras superar el choque inicial, sus ojos se abrieron aún más al quedar más sorprendido.
—Porque justo en el centro del extraño huevo multicolor había un tono morado oscuro que se parecía mucho a su preciada llama.
—¿Esto no podría ser posible? —miraba atontado, incapaz de asimilar esta información—. ¿El huevo había absorbido su llama?
—¡No! ¡Eso nunca podría ser posible!
—¿Cómo podría un huevo al azar absorber un fragmento de llama rara? —¿No estallaría simplemente por el impacto?
—¿No asaría la llama al huevo vivo y lo convertiría en un aperitivo duro?
Pero entonces su mirada se detuvo en el patrón morado. La evidencia estaba justo allí en su cara y no podía negarlo.
—¿Qué demonios estaba pasando?
Pero como si esto no fuera suficiente, de repente, un sonido fuerte resonó en medio del silencio.
—¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK!