Después de manejar la espada del dragón negro, Liam sintió hambre y cansancio, y sabía que tenía que descansar.
Quizás porque últimamente se había estado exigiendo al máximo, también se cansaba más pronto.
Liam no era como los demás. Su experiencia y conocimiento de este juego y del nuevo mundo eran mayores que los de los jugadores ordinarios.
Así que reconoció rápidamente estas señales y decidió tomarse un descanso.
Comió algo tranquilamente sin pensar en nada complicado, y mientras tanto también se ocupó de las habituales tareas de gestión en la guarnición.
Por supuesto, estaba el enorme elefante en la habitación por el cual su pequeña guarnición tenía que participar en la captura de una ruptura espacial.
Pero aparte de eso, Liam quería asegurarse de que no había otras preocupaciones urgentes.
Después de todo, este era su ganso de oro que continuamente le proporcionaba grandes cantidades de puntos de experiencia sin que él tuviera que hacer nada por ello.