Sonríe

Leonel no se arrepentía de sus acciones anteriores.

Su arrepentimiento se había convertido en un evento recurrente para él. Cometía un error, lo reconocía y luego seguía adelante. Con el tiempo, no cometería el mismo error nuevamente, pero eso no lo detenía de cometer más y continuar lamentándolos.

Para todos los efectos, este fue otro error. Leonel no consideró el hecho de que su Fuerza del Alma pudiera agotarse alguna vez. Esto era completamente natural. Se había acostumbrado tanto a usar su Fuerza del Alma con impunidad que ni siquiera pensaba que alcanzar su límite fuera posible.

Le parecía imposible. Después de todo, tenía una mente con la capacidad de una entidad de Quinta Dimensión, incluso si carecía del poder. Agotarse mientras combatía dentro de la Tercera Dimensión parecía ridículo para cualquiera.

Sin embargo, esta era la realidad delante de Leonel...

Y aun así, no se arrepentía. De hecho, era algo que llenaba su corazón de anticipación y fervor.