Bloqueado

Leonel no tenía idea de que Aina había sido encendida por el fuego. Si no fuera porque quería escuchar la historia hasta el final y no quería dejar a Aina en este momento, podría haberse lanzado a ganar otro talismán para Terreno. Atreverse a tener diseños en su Aina… Si alguna vez se encontrara con este llamado Maestro Titiritero, Leonel se aseguraría de destrozarlo.

Aina se detuvo, sus ojos ámbar escaneando el rostro de Leonel como si quisiera memorizar cada línea y pendiente. Siempre supo que Leonel era bastante guapo. Su piel bronceada, sus ojos verde pálido, su mandíbula fuerte… Tenía que admitir que extrañaba su cabello rubio sucio y desordenado. Pero, este cabello largo de bronce lo hacía ver particularmente masculino, casi como un Dios Romano, especialmente cuando se combinaba con sus hombros y pecho anchos.