Rough es bueno*

—Maldición. ¿No puedes callarte? —gruñó Max, molesto. Pero mantuvo la voz baja para que Leticia no lo oyera.

Desafortunadamente para él, Leticia aún lo escuchó. Su rostro se desencajó y sus ojos se llenaron de lágrimas.

Ella giró su rostro hacia un lado y dijo débilmente:

—Lo s—siento. No pude contenerme de hacer esos ruidos porque... porque me sentía tan b—bien —luego se tapó la boca con la mano y añadió—. Ahora no haré ningún sonido.

Max se sintió culpable al verla actuar tan lamentablemente, y se enfadó más con el sistema por ello.

Sin embargo, no podía hacer nada al respecto en ese momento. Pero decidió que necesitaba tener una conversación seria con el sistema y establecer algunas reglas. No podía permitir que espiara cuando estaba con sus mujeres.

Después de respirar hondo, se inclinó hacia adelante, giró su rostro hacia él y con delicadeza le secó las lágrimas. Pensó en qué decirle para que se sintiera mejor, pero no se le vino nada a la mente.