No puedo tener suficiente de ti~

Notando la expresión de entendimiento en su rostro, Rima preguntó:

—¿Por qué es esto así?

—¿Por qué? ¿No te gusta? —Max se rió en respuesta.

Rima entrecerró los ojos antes de hacer un puchero:

—¡Vale! Entonces no me lo digas.

Al ver esto, Max se detuvo y agarró su mano, atrayéndola a su abrazo.

—No es que no quiera decírtelo. Es que tomará mucho tiempo explicarlo y no quiero desperdiciar ese tiempo precioso en este momento. Sin embargo, para satisfacer tu curiosidad por ahora, puedo decirte que esto debe ser debido a mi linaje —Max susurró en su oído mientras lamía y mordía juguetonamente su lóbulo.

—Ahn~ Bueno. Dígame cuando pueda —gimió Rima y luego lo besó ferozmente antes de decir—. Ahora hazme.

—Con gusto, mi amor —Max dijo, empujándola hacia la cama. Luego colocó una almohada debajo de su cintura, colocó su duro miembro en la entrada y lo empujó dentro de su cueva hasta la empuñadura de un solo golpe.