Lucifer era impulsivo, pero no era estúpido. Su impulso lo dominaba en la mayoría de las situaciones, pero había entendido sus poderes lo mejor que podía hasta ese momento, y sabía cómo utilizarlos en una batalla a su favor.
Cuando vio aparecer el escudo de arena, supo que alguien lo estaba bloqueando.
Era esa chica, y tenía un doble Despertar. La razón por la que gritó con el nombre de otra persona fue para desviar a Lucifer hacia una pista equivocada.
La otra opción era que realmente fuera otra persona. Miró a su alrededor y no tardó mucho en encontrar a esa persona.
Un joven de pelo oscuro estaba de pie allí. Tenía las palmas apuntando hacia el escudo de arena. Probablemente fue su habilidad la que la salvó.
Lucifer sabía que resistir la fuerza de la chica complicaría las cosas. Pensó en algo y dejó de luchar contra su fuerza. En cambio, comenzó a volar hacia ella, apoyándose en la misma fuerza.