Joanna estaba reacia a contestar la llamada, lo que llevó a Alex a estirar el cuello para echar un vistazo al identificador de llamadas.
—Contesta la llamada —la animó, pero Joanna negó con la cabeza en señal de rechazo.
—Es mi papá, no es necesario.
—Contéstala —Alex insistió, ya pensando en maneras de lidiar una vez más con el bastardo de padre.
Si fuera por él, haría desaparecer a Cole. —Es solo mi padre. Él no es importante para mí —Joanna se negó una vez más, pero Alex estiró la mano casualmente, y su dedo se deslizó por la pantalla del teléfono.
—Entonces debería contestarla por ti.
Joanna no le importaba su padre, por lo que no impidió que Alex contestara el teléfono, activando el altavoz.
Una voz enojada resonó en sus oídos. —Joanna, ¿estás loca? Quiero que vuelvas a casa ahora mismo.
La voz era tan imperativa que Alex se sintió ofendido, preguntándose si Cole olvidó que Joanna no era Mia.